Las bebidas dañan el corazón y el cerebro

Aunque disfrutar de esa copa ocasional de vino o bebida energética pueda parecer inofensivo, investigaciones recientes sugieren lo contrario. Resulta que lo que estás bebiendo podría estar causando estragos silenciosamente en tus órganos vitales. Sí, así es: tu hábito de cócteles de fin de semana no es tan inocente como pensabas.

Hablemos primero del alcohol. Claro, el consumo moderado puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y calmar tu cerebro estresado. Pero aquí está la trampa: incluso el consumo «moderado» aumenta el riesgo de cáncer. Y señoras, ustedes llevan la peor parte. Las mujeres enfrentan un riesgo considerablemente mayor de enfermedad cardíaca con el aumento del consumo de alcohol. Los niveles de estrés crónico por el consumo excesivo pueden aumentar significativamente el azúcar en sangre y complicar la función de la insulina.

Los expertos recomiendan limitarse a una bebida diaria para mujeres y no más de dos para hombres. La definición precisa de «una bebida» incluye 12 onzas de cerveza, 4 onzas de vino o 5 onzas de licores de 80 grados. ¿Necesitas aliviar el estrés? Prueba con ejercicio o meditación en su lugar. Tu hígado te lo agradecerá.

Las bebidas energéticas son otro desastre cardíaco esperando ocurrir. Estas mezclas de cafeína y taurina están vinculadas a arritmias, fibrilación auricular y otros problemas cardíacos que nadie quiere. Disparan tu presión arterial y frecuencia cardíaca, particularmente problemático si eres mayor o ya tienes hipertensión.

La ciencia señala un aumento en la agregación plaquetaria y alteración de la función endotelial. ¿La traducción? Malas noticias para tu sistema circulatorio. El consumo excesivo puede incluso provocar convulsiones y ansiedad. No exactamente las «alas» que prometían los comerciales.

No pienses que cambiar a opciones dietéticas te salva. Consumir más de dos litros de bebidas azucaradas o endulzadas artificialmente por semana está asociado con un mayor riesgo de fibrilación auricular. Los bebedores regulares de refrescos enfrentan un riesgo 10% mayor.

¿Esos edulcorantes artificiales? También son problemáticos. Solo el jugo de fruta 100% natural en pequeñas cantidades podría realmente reducir el riesgo, aproximadamente un 8%.

La combinación de cafeína y taurina es particularmente preocupante. Mientras que la cafeína moderada podría disminuir el riesgo de arritmia, las dosis altas hacen lo contrario. Combinada con taurina, el riesgo de eventos cardiovasculares adversos se dispara.

¿La conclusión? Lo que bebes importa. Tu corazón y cerebro están llevando la cuenta. Quizás el agua no sea tan aburrida después de todo. Un estudio innovador del Hospital General de Massachusetts reveló que consumir más de 14 bebidas por semana está asociado con un mayor riesgo de ataques cardíacos.