¿Por qué algunas personas nos dejan sintiéndonos energizados mientras otras agotan cada gota de nuestras reservas emocionales? La psiquiatra española Marian Rojas podría tener la respuesta con su concepto de «Personas Vitamina» – individuos que nutren nuestro bienestar mental así como los nutrientes esenciales alimentan nuestros cuerpos.
No es ciencia espacial. Somos criaturas sociales. Nuestros cerebros literalmente necesitan conexiones saludables para funcionar correctamente. Similar a cómo la terapia de infusión de vitaminas suministra una mezcla de vitaminas directamente a nuestro torrente sanguíneo, rodearnos de las personas correctas proporciona nutrición mental inmediata. Algunas personas son como la Vitamina D – iluminan nuestras vidas cuando todo parece oscuro. ¿Otras? Son más como esos molestos correos de suscripción de los que no te puedes dar de baja.
La investigación lo respalda. El Modelo Vitamínico de Peter Warr explica cómo ciertas características laborales impactan nuestro bienestar. Algunas tienen efectos positivos constantes, otras muestran rendimientos decrecientes. Lo mismo aplica a las personas en nuestras vidas. Las correctas aumentan nuestra resiliencia, satisfacción laboral y felicidad general. ¿Las incorrectas? Bueno, apestan. Así como el fuerte apoyo familiar mejora los resultados de salud en condiciones crónicas, las relaciones positivas mejoran nuestro bienestar general.
Mira alrededor de tu círculo social. ¿Quién proporciona apoyo emocional cuando lo necesitas? ¿Quién se comunica efectivamente y muestra empatía genuina? Estas son tus Personas Vitamina. No son solo agradables de tener – son esenciales para la salud psicológica.
Es biología, realmente. Así como nuestros cuerpos necesitan B12 y magnesio, nuestras mentes requieren interacciones sociales positivas. Las deficiencias en cualquier dominio llevan a resultados similares: función disminuida, estado de ánimo bajo, cognición deteriorada. Las deficiencias de Vitamina D han sido directamente vinculadas con trastornos del estado de ánimo, similar a cómo las relaciones tóxicas impactan negativamente nuestro estado mental.
El entorno también importa. Tu lugar de trabajo, hogar y entornos sociales contribuyen o restan a tu bienestar. Elige sabiamente. Algunos entornos son vertederos tóxicos para la salud mental.
¿La buena noticia? A diferencia de los factores genéticos, puedes cambiar quién te rodea. Podría ser la decisión de salud más importante que tomes. Punto.
