El sueño impacta negativamente en la salud

Cinco caminos peligrosos conducen directamente de tu almohada al hospital. No dormir lo suficiente no se trata solo de sentirse cansado al día siguiente. Es mucho peor. Los científicos han descubierto que la privación crónica del sueño causa estragos en tu cuerpo, comenzando por tu cintura.

Cuando no duermes lo suficiente, tu cuerpo se descontrola con las hormonas del hambre. Más grelina (que te da hambre) y menos leptina (que te dice que dejes de comer). La matemática es simple: duerme menos de siete horas y tu IMC sube. Además, ¿quién quiere hacer ejercicio cuando está exhausto? Nadie. Así es como el sueño y la obesidad se vuelven mejores amigos. Los estudios demuestran que solo 36 minutos extra de sueño pueden mejorar la respuesta a la insulina de tu cuerpo.

Tu páncreas también lo nota. La privación del sueño hace que tus células ignoren la insulina, como adolescentes ignorando a sus padres. El azúcar en sangre sube. Las personas que duermen menos de seis horas enfrentan un 20% más de riesgo de diabetes. Los bocadillos de medianoche tampoco ayudan. La máquina expendedora no es tu amiga a las 2 de la madrugada.

El sueño priva a tu páncreas de paz. Cuando las células ignoran la insulina como adolescentes aburridos, tu riesgo de diabetes aumenta un 20%.

Tu corazón también sufre. El mal sueño equivale a mayor presión arterial y ritmo cardíaco. La inflamación aumenta. Aquellos con trastornos del sueño como la apnea prácticamente están enviándole una invitación de problemas a su corazón. La relación entre el sueño y las enfermedades cardiovasculares no es sutil: está gritando por atención. Dormir menos de seis horas por noche está asociado con un 20% más de riesgo de ataque cardíaco.

Luego está tu cerebro. Las placas beta-amiloides —los villanos de la enfermedad de Alzheimer— se acumulan cuando no duermes adecuadamente. La memoria sufre. El deterioro cognitivo se acelera. Un estudio reciente de Yale encontró que la duración subóptima del sueño está directamente relacionada con lesiones cerebrales silenciosas que aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular y demencia. Años de mal sueño pueden convertir las tareas cotidianas en rompecabezas.

La salud mental no se escapa ilesa. Ansiedad, depresión, mala toma de decisiones: todos son invitados no deseados traídos por la privación del sueño. En casos graves, incluso podrías alucinar. Genial, ahora estás cansado Y viendo cosas.

Incluso tu sistema inmunológico se da por vencido. ¿Te enfermas más seguido? Culpa a tus hábitos de sueño.

La evidencia es clara. El sueño no es un lujo, es mantenimiento. Siete a nueve horas por noche mantienen a estos cinco jinetes del apocalipsis de la salud a raya. Tu cuerpo está llevando la cuenta, ya sea que estés contando ovejas o episodios de Netflix.