Pocos postres son tan satisfactorios como aquellos que requieren un mínimo esfuerzo. Este postre de chocolate sin harina y sin azúcar con solo tres ingredientes ha estado sorprendiendo a los amantes de los postres en todas partes. En serio, ¿quién creería que algo tan simple podría saber tan bien? Es prácticamente magia culinaria.
El secreto está en la santa trinidad de ingredientes para postres de chocolate: huevos, chocolate y mantequilla o crema. Eso es todo. Sin harina. Sin azúcar. Nada elegante. El postre resultante es rico, decadente y sorprendentemente adecuado para aquellos que siguen dietas keto o bajas en carbohidratos. ¡Alégrense los que están a dieta!
La preparación no podría ser más simple. Derrite el chocolate (generalmente negro, ya que contiene menos azúcar), bate los huevos y agrega mantequilla o crema. Mézclalo bien pero sin excederte. Nadie quiere un postre arruinado porque no pudieron controlar su entusiasmo al batir.
El horneado requiere precisión. Ajusta el horno a la temperatura correcta y vigila el temporizador como un halcón. Hornear en exceso destruirá la textura pastosa que hace que este postre valga la pena. Después de hornear, necesita tiempo para enfriarse y cuajarse adecuadamente. Paciencia, gente.
La belleza de esta maravilla de tres ingredientes es su adaptabilidad. ¿Odias el chocolate negro? Usa semi-dulce. ¿Sigues una dieta sin lácteos? Sustituye con crema de coco. ¿Quieres un sabor extra? Agrega extracto de vainilla o un puñado de nueces. Una alternativa fácil es hacer un mousse de chocolate combinando cobertura batida con cocoa en polvo tamizada para evitar grumos. Es tu postre. Haz lo que quieras.
La presentación importa, incluso para postres simples. Un ligero espolvoreado de cacao, algunas bayas frescas o una cucharada de crema batida pueden transformar este humilde pastel en algo digno de Instagram. No es que necesite mucha ayuda: la textura densa y pastosa habla por sí misma.
Para esas visitas inesperadas o antojos repentinos de chocolate, esta receta es salvadora. Rápida, fácil y casi imposible de arruinar. Bueno, casi imposible. Algunas personas podrían quemar hasta el agua. Pero para todos los demás, es un paraíso de chocolate infalible sin la culpa de la harina o el azúcar convencional. Para mejores resultados, deja que el pastel se enfríe dentro del horno con la puerta ligeramente abierta durante una hora después de hornear. Pruébalo. Sorpréndete.