Diabetes increasing among children

Los números son alarmantes. Aproximadamente 352,000 niños y adolescentes menores de 20 años tienen diabetes diagnosticada en los EE.UU. No es un error tipográfico. De estos casos, 304,000 son de diabetes tipo 1, una condición autoinmune que requiere insulina de por vida. ¿El resto? Tipo 2, antes llamada diabetes «de inicio en adultos». Ya no es solo de adultos.

Los expertos en el próximo simposio del 28 de marzo discutirán por qué la diabetes está disparándose en nuestros niños. Alerta de spoiler: es complicado. La diabetes tipo 1 está aumentando notablemente, especialmente entre niños asiáticos o isleños del Pacífico no hispanos. Nadie sabe exactamente por qué. La genética juega un papel, claro. Pero algo más está sucediendo.

El enigma de la diabetes: tasas disparadas, demografía cambiante y expertos aún rascándose la cabeza a pesar de las pistas genéticas.

Luego está la diabetes tipo 2. Aumentará un 700% para 2060 si las tendencias actuales continúan. Hay que procesarlo. Los niños negros no hispanos actualmente tienen las tasas de incidencia más altas entre todos los grupos raciales. ¿Los culpables? La obesidad, para empezar. Nuestros niños están engordando. Comida rápida, estilos de vida sedentarios, pantallas. Ya sabes cómo es.

Los antecedentes familiares también importan. Si la madre tuvo diabetes gestacional, sus hijos enfrentan mayores riesgos. Factores ambientales como el nivel socioeconómico afectan el acceso a alimentos saludables y lugares seguros para jugar. Los niños pobres tienen más diabetes. No es sorpresa. Los estudios muestran que los adolescentes afroamericanos enfrentan riesgos metabólicos significativamente más altos cuando desarrollan diabetes.

La tecnología está ayudando a manejar la enfermedad. Monitores continuos de glucosa. Bombas de insulina. Mejor que los viejos tiempos de múltiples pinchazos diarios en los dedos. Pero la prevención sería mejor, ¿no?

Las escuelas necesitan mejorar. Los niños pasan la mayor parte de sus horas de vigilia allí. Las clases de educación física siguen desapareciendo. Los menús de almuerzo todavía consideran la pizza como un vegetal. ¿En serio? Las recomendaciones actuales enfatizan que los jóvenes deben participar en 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa para ayudar a manejar la diabetes y prevenir complicaciones.

Las consecuencias para la salud de la diabetes infantil son graves, y los pacientes enfrentan un riesgo 1.52 veces mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares a medida que envejecen.

El simposio abordará estos desafíos de frente. Los expertos discutirán cómo las intervenciones en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir o retrasar la diabetes tipo 2. Explorarán por qué el tipo 1 está aumentando un 65% a pesar de nuestros mejores esfuerzos.

La verdad es incómoda. Estamos fallándoles a nuestros niños. La epidemia de diabetes no se está desacelerando. El 28 de marzo podría no proporcionar todas las respuestas, pero al menos estamos haciendo las preguntas correctas.