Mientras Australia lidia con el aumento de las tasas de diabetes gestacional, se está implementando un nuevo protocolo de pruebas a nivel nacional. Casi una de cada cinco mujeres embarazadas fue diagnosticada con diabetes gestacional el año pasado. Es mucho. El nuevo protocolo busca mejorar la precisión de detección y la experiencia del paciente simultáneamente, algo que las innovaciones médicas raramente logran.
El estándar actual, la prueba de tolerancia oral a la glucosa de 75g (PTOG), detecta la mayoría de los casos pero no es perfecta. Las mujeres beben una bebida azucarada y se les extrae sangre varias veces. No es divertido. El nuevo enfoque mantiene la precisión de la PTOG mientras aborda sus limitaciones. Ya era hora, honestamente. La duración prolongada de la lactancia proporciona mejor protección contra el desarrollo de prediabetes más adelante en la vida.
Las mujeres de origen asiático, indio, aborigen e isleño del Estrecho de Torres enfrentan mayores riesgos. Lo mismo para aquellas con IMC alto o antecedentes familiares de diabetes. El nuevo protocolo de pruebas tiene en cuenta específicamente estas diferencias poblacionales. ¿Revolucionario? Tal vez no, pero definitivamente inteligente.
La Sociedad Australasiática de Diabetes en el Embarazo (ADIPS) de Australia ha dado su total apoyo a la innovación. Sus directrices influyen en todo, desde los protocolos hospitalarios hasta la cobertura de seguros. Cuando ADIPS habla, los médicos escuchan.
Durante COVID, se implementaron medidas temporales como pruebas aleatorias de glucosa en sangre. Fueron mediocres en el mejor de los casos. Perdieron hasta el 70% de los casos. La investigación internacional muestra que las pruebas casuales de sangre pierden aproximadamente el 70% de los casos de diabetes gestacional cuando se usan solas. La pandemia forzó innovaciones que, irónicamente, revelaron cuán esenciales son realmente las pruebas adecuadas.
Los umbrales diagnósticos permanecen sin cambios: glucosa plasmática en ayunas ≥5.1 mmol/L, 1 hora ≥10.0 mmol/L, y 2 horas ≥8.5 mmol/L indican diabetes gestacional. Los objetivos de tratamiento siguen siendo ayuno ≤5.0 mmol/L y posprandial ≤7.4 mmol/L (1 hora) o ≤6.7 mmol/L (2 horas). Memoriza esos números, son importantes.
Se sigue recomendando la prueba posparto 6-12 semanas después del parto. Muchas mujeres la omiten. No deberían hacerlo.
El reconocimiento nacional de esta innovación en las pruebas refleja el compromiso de Australia para abordar su crisis de diabetes gestacional. Con casi el 20% de los embarazos afectados, no es solo un problema médico, es una prioridad de salud pública. La detección temprana sigue siendo la mejor defensa contra las complicaciones tanto para la madre como para el niño.