Antojos durante el embarazo. Son extraños, repentinos, y a veces implican salsa picante a medianoche. Pero ¿y si esos antojos de comida picante no son solo fluctuaciones hormonales aleatorias? La ciencia reciente sugiere que podrían ser realmente beneficiosos. En serio.
Un estudio revolucionario de la Universidad de Buffalo ha descubierto algo bastante notable sobre las mujeres que comen alimentos picantes durante el embarazo. Aquellas que consumieron salsa al menos una vez al mes mostraron solo un 3.5% de riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Compárelo con el 7.4% de riesgo para las mujeres que evitaron el picante. Es más del doble. Hay que procesarlo.
El secreto podría estar en la capsaicina – ese compuesto que hace que los chiles piquen en la boca. Junto con los compuestos fenólicos encontrados en los chiles, la capsaicina parece mejorar cómo el cuerpo maneja la glucosa. Mejor control de glucosa significa menor riesgo de diabetes. Matemática simple. El horario regular de comidas ayuda a mantener niveles estables de azúcar en sangre y puede reducir aún más el riesgo de desarrollar diabetes.
La capsaicina no solo trae el picante – está mejorando tu juego de glucosa durante el embarazo. La ciencia lo dice.
Los cambios hormonales durante el embarazo pueden aumentar el deseo de las mujeres por los alimentos picantes. Nadie sabe realmente por qué. Pero tal vez es la forma del cuerpo de decir: «Oye, come esto, es bueno para ti». El cuerpo es inteligente así a veces.
Y sí, es perfectamente seguro para el bebé. El pequeño no saldrá respirando fuego, lo prometo. Aunque la madre podría lidiar con acidez o indigestión. El estudio analizó datos de 1,397 mujeres embarazadas que participaron en una encuesta nacional de salud, proporcionando un tamaño de muestra sustancial para estos hallazgos. Un pequeño precio a pagar por potencialmente evitar la diabetes gestacional, que puede causar complicaciones serias durante el parto y aumentar el riesgo futuro de diabetes.
Para las mujeres que buscan incorporar más picante, la clave es la introducción gradual. No pasen de la comida sin sabor al chile fantasma de la noche a la mañana. Empiecen con salsas más suaves y vayan aumentando. Su estómago se los agradecerá.
Otros alimentos que combaten la diabetes incluyen frijoles, granos integrales, y – sorpresa – más verduras. Los hallazgos del estudio publicado el 14 de marzo en la revista Nutrients resaltan la importancia de las elecciones dietéticas en el manejo del azúcar en sangre durante el embarazo. Eviten las bebidas azucaradas. No les están haciendo ningún favor, estén embarazadas o no.